La vida 02: Tras la primavera, la vida
Las grandes preguntas, que me diferencia de mi camilla, metáforas, Lord Voldemort, la velocidad del silencio y los embajadores de la vida
He llegado a un punto que, al hablaros del sistema inmunitario, no puedo seguir sin exponeros un poco, otra forma de entender la biología, es decir, la Naturaleza y sobre todo, la vida.
Cuando me puse a reunir ideas, y a escribir sobre la vida como tal, empecé a pensar como enlazar conceptos y poder exponerlos con orden y criterio. El caso es que de ahí surgió una historia, la de Orgón y una pequeña odisea para dar origen a la vida, unas 20 páginas. Ahí se va a quedar un tiempo, ya veré lo que hago con él.
Si pensamos en el origen de la vida, es una de las grandes incógnitas de la humanidad. Es más, lo raro es encontrar a alguien que no se las haga. Desde el niño pequeño que mira al cielo por la noche, pasando por el biólogo que la investiga en un microscopio o al filósofo que se ha pasado la vida jugando con las palabras y los pensamientos para darle explicación.
¿Qué es la vida? ¿De dónde viene la vida? y ¿Qué hay más allá de la vida? Son las grandes preguntas que todos queremos responder. Filosofías, religiones, la ciencia, que a veces parece una religión más… Pero no hay respuestas.
Pues bien, partiendo de la base, de que todo lo que digamos es especulación y sesgos, me apetece compartir una forma muy constructiva, funcional y vitalista de ver la vida y el origen de ésta. Aún no sé cómo estructurarla, pero vamos a ir explicando la vida desde los inicios.
Probar a definir la vida, vaya locura ¿No? Si me preguntáis a mi, te definiría la vida como la propiedad que permite a un ser a diferenciarse del medio en el que vive. Persistir y diferenciarse del medio. La fuerza que alimenta los mecanismos que permiten esto, eso es la vida para mí.
El ser humano es un ser vivo, según nos dice la anatomía y la fisiología, está formado por sistemas, compuestos de órganos, en los que diferenciamos múltiples tipos de tejidos. Tejidos constituidos por células y una matriz, un entorno en el que estás viven. Diferente para cada tejido.
Tanto el interior de las células como la matriz están compuestos por moléculas, las moléculas por átomos y nos vamos a parar aquí, porque aun se subdividen en más cosas. Pero aquí viene una idea interesante que nos plantean los físicos, en la actualidad y desde hace más de un siglo.
Estos átomos que nos forman a nosotros, son los mismos átomos que hay en las estrellas, en una roca o en la camilla de mi consulta a la que estoy mirando ahora mismo.
¿Qué es lo que hace que yo esté vivo y mi camilla no? ¿Qué le da a mi cuerpo una funcionalidad que mi camilla no tiene? Para mí eso es la vida. La estructura podemos decir que entre yo y mi camilla van a variar los tipos de elementos que la componen y sobre todo la proporción que hay de ellos. Seguro que en la camilla hay mucho más hierro y otros metales y en mí predomina el carbono, el Oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno, pero ¿Qué hay en mí que no está en mi camilla? LA respuesta es la vida.
Nos podríamos plantear si la disposición de las moléculas de la materia orgánica permiten un mejor intercambio de electrones y esto genera una vehiculización de energía diferente, que con el paso de los Eones, reacción a reacción, con la evolución desde las moléculas a los virus, a las bacterias. Un aumento de la complejidad lento, paulatino que ha permitido a esta energía convertirse en auténticas entidades, seres como los que habitamos hoy en día el planeta y que nos podemos permitir luchar contra el equilibrio de la materia inerte.
Realmente el símil de la camilla es muy chustero, si os parece vamos a organizarlo todo desde donde empieza la vida. Si nos vamos atrás en el tiempo a los orígenes, vamos a ver que no había seres humanos, ni gaviotas hace 4.300 millones de años. Lo que habían eran microorganismos. Y cuando se han extinguido especies, que han habido varias extinciones, lo que han quedado son, de nuevo, microorganismos. Por lo tanto, si os hablo de la vida, os voy a tener que hablar de los microorganismos. Los tenemos que entender mejor, porque son el motor de la vida, su cooperación, su actividad, son vitales para que todo lo demás pueda existir. Vamos a hablar mucho de ellos, en nosotros y en el medio… desde luego son el primer paso.
Pensar que la vida se estructura de lo mas simple a lo mas complejo y por definición la vida es la resistencia al equilibrio en el medio que es la muerte. La vida es una lucha contra la entropía y por lo tanto necesita de energía, una energía, lo que los vitalistas podemos llamar un soplo vital, algo intrínseco a toda forma de vida, aquí me pongo completamente filosófico, hay autores que han intentado estudiar esto, como ya mencionaré a Wilhem Reich, que hablaba del orgón e incluso invento objetos para capturar e interactuar con él, pero son estudios que han quedado proscritos y en el olvido y sobre todo, relegados a lo pseudocientífico con todas las connotaciones que tiene.
Pero vuelvo al tema. La filosofía, la religión, la ciencia buscan como describir este fenómeno tan especial que es la vida, y en ellas podemos hallar explicaciones, el espíritu, el Pneuma, el qi, el prana, la energía vital… aproximaciones a algo intangible para nuestros sentidos, metáforas para entender que nos diferencia de la materia inerte. Un motor más profundo que un corazón y un cerebro, algo que se halla en las bases de lo que somos… ¿somos algo más que materia? ¿Somos cuerpo y alma? La filosofía antigua, [Platón y Aristóteles](https://filosofiaenlared.com/2021/01/alma-segun-aristoteles/#:~:text=Aristóteles dice que el alma,cuerpo%2C su forma o estructura.) entendían al ser humano como un espíritu encarnado, una forma de energía que encarnaba en un alma como motor de un cuerpo… la fe cristiana también habla de un espíritu que viaja con dios, una vez nos morimos y somos juzgados. El budismo cree en la re-encarnación, es decir que el viaje espiritual sigue más allá de la vida actual para realizar nuevos aprendizajes… El taoísmo nos habla del Tao, no podemos hablar de él porque no sería el Tao, pero representa a esa energía universal que yace por debajo de todo ¿Os dais cuenta de que el ser humano, en cualquier época, en cualquier parte del mundo busca entender esto? ¿Veis como creamos metáforas para entender cómo estamos compuestos, cómo funcionamos y darle un sentido a nuestro ser? Se nos abren muchos melones, jejeje.
Y ahora otra idea, ¿Por qué se ha organizado todo esto en contra del equilibrio universal? Uooooh, Lord Voldemort, aquí se viene una respuesta aun no integrada para un casi ateo o semiagnóstico como yo y otros muchos. El mensaje de toda esta filosofía y corrientes religiosas nos lleva a pensar en una entidad, en una fuerza que precede a la vida. La palabra que me niego a escribir. La idea de que su expresión en la materia es lo que impulsa la vida.
Menos la ciencia estricta, todo nos impulsa a pensar en que hay un motor de la vida que envuelve, equilibra y mantiene una resistencia contra las inercias universales en la superficie de la tierra, desde pocos kilómetros en profundidad en la corteza, hasta pocos kilómetros en altura de la atmósfera, aquí es donde se establece la vida, en la biosfera, en un equilibrio dinámico constante a múltiples niveles, girando en un planeta que rota a 465.11 m/s, que se mueve alrededor del sol a 107.280 Km por hora, unos 30 km/segundo, que a su vez persigue al sol que se desplaza a unos 2.300 Km/segundo… da puto vértigo, pensarlo bien. Cuando te sientas en reposo, a meditar, o estás por la noche en la montaña con el ruido de la naturaleza, con esta paz, estamos girando, desplazándonos alrededor del sol y le seguimos a unas velocidades que ni podemos llegar a imagina… cuesta entenderlo, integrarlo y la mayoría ni nos lo planteamos.
Este es el contexto ahora vamos con este equilibrio perfecto que se ha establecido en la biosfera, pese a lo que digan, no se creó en 7 días, lo que he podido encontrar que lo tenéis linkado en el blog, es que la vida es el resultado de 4.300 MA de constante interacción, cambios, adaptaciones y evolución.
Primero de la vida al medio, después del medio a la vida y contantemente cambiando el uno alrededor y en base al otro e influenciado por estas fuerzas que provienen del universo y no a nivel místico, sino una cantidad ingente de energía en forma de luz y calor que llega de nuestra estrella e influencias gravitacionales de la luna y en todo este contexto se han ido creando estructuras que han ido formando medios internos diferenciados y con capacidad para resistirse al medio. Al principio membranas simples con poco material genético y poco a poco aumentando su complejidad. De hecho por ahí vamos a empezar esta serie, hablando de estos microorganismos y poco a poco ya veremos por donde prosperamos.
El primero en complejidad es el virus, después seguiremos con los procariotas, es decir arqueas y bacterias, y desde luego un capítulo para entrar en nuestra interacción con ellos, en quien ayuda a quién, en como nos relacionamos con estos anfitriones de la vida. Y después no sé hasta donde llegaremos, la intención es siempre hacer pensar y ofrecer una visión más tranquila, relajada y natural de la vida. Entender que hay procesos por los que hay que pasar y afrontar momentos y decisiones. Este tema acabará enlazando con la filosofía, como ya lo hemos hecho brevemente, algo que ya he empezado a escribir y algún día me gustaría disertar sobre la muerte, un tabú necesario en esta sociedad aferrada a la efimeridad de la vida.
Sin más, seguiremos tratando este tema. Ha sido un placer y hasta siempre.