S. Inmune (II): La estructura del sistema inmune
En principio, cuando estudias el sistema inmune se te explica que es pura función, es de los pocos sistemas que directamente los estudias a partir de cómo funciona y te pasas las primeras clases, las primeras horas del lectura, intentando entender procesos que no sabes donde ocurren. Te hablan de reacciones celulares y químicas que no acabas de entender. De aquí viene un poco la dificultad, porque el sistema inmune desarrolla la mayor parte de su actividad en el las mucosas, en las zonas donde el cuerpo interactúa con el exterior, y por lo tanto, para conocer la estructura del sistema inmune hay que conocer la estructura de las mucosas, pero también trabaja en cualquier parte del cuerpo que necesite regenerar por una lesión, es decir que se desplaza, la actividad inmunitaria a cualquier punto de la anatomía. Pero además hay actividad inmune en el hígado y en todos los órganos del cuerpo, y siendo Osteópata, no me puedo olvidar del tejido conectivo, donde abunda la matriz extracelular, donde se dan muchos procesos inmunes. Por lo tanto, para mí lo primero es entender que todo lo que vamos a comentar pasa en todos los tejidos del cuerpo. Me voy a explicar, si hablamos de la digestión, solo pasa en el tubo digestivo, si hablamos del intercambio de Oxígeno con el aire, solo pasa en los pulmones. en cambio la actividad inmunitaria se da en todo el cuerpo.
Como os quiero hablar del sistema inmune, para que lo entendáis un poco, para que cuando os recomiende algo, veáis de qué os hablo y por qué lo digo… he creído necesario profundizar un poco en la estructura del sistema inmunitario. He pensado, buscado, leído y escuchado mucho sobre todo este tema, pero al empezar a escribir, a contrastar mis ideas e ir reflexionando.
Me he encontrado que la estructura del sistema inmune no la tenemos del todo clara, al menos yo no la tenía tan clara. Entender la función del sistema inmune es difícil, aunque va entrando, pero, al menos en mi caso, nunca había entrado en profundidad a entender su estructura.
EL SISTEMA INMUNE (ESTRUCTURA)
La función inmunitaria la hacen células y los sistemas que orquestan su actividad. Células inmunitarias vehiculizadas por la sangre y la linfa, y llamadas por señales, neurológicas y químicas, para acudir allá donde hay necesidad. Estas células, ya hay zonas específicas donde se almacenan. Y es precisamente allá donde tienen más función, los denominados aglomerados linfoides repartidos en la piel, el pulmón o el intestino, y en los ganglios y canales linfáticos.
Pero si vamos un poco más allá estas células inmunitarias se están construyendo y destruyendo a diario, en cifras muy brutas. Unos [100 000 millones de leucocitos al día] produce un ser humano. Una auténtica fábrica de células que se halla en el lugar más seguro del cuerpo. Las células del sistema inmune y las células sanguíneas se forman en el interior de los huesos. Curioso no? Si algo tengo claro después de tantos años estudiando el cuerpo, su estructura y funcionamiento, es que nada está ahí por azar o por error y si la producción de células inmunitarias y otras células de la sangre está tan protegido seguro que es una función vital.
Pensarlo bien, que estructuras están tan protegidas en el cuerpo… El sistema nervioso central, el sistema reproductor en la mujer, el corazón y la función de renovación inmunitaria. Es brutal, ¿No os parece?
El hueso en su periferia es muy denso y duro, muy resistente, pero en su interior tiene menos densidad de estructura y contiene una sustancia blanda, de color blanco, amarillento y rojo, según la zona, que se denomina médula ósea. De la médula ósea, nadie, en ningún curso de formación y diría que casi ni en la carrera; nadie, me ha hablado y forma parte de la renovación de la sangre con una función de importancia vital, como puede ser el riñón o el hígado. Su disfunción está presente, seguro, en muchos síntomas, pero es algo que nadie estudia, que no se tiene en cuenta más allá de cuando se dan enfermedades propias de este sistema como la leucemia.
Pero estoy seguro, como pasa con el resto de sistemas, que la función de la médula ósea también se ve alterada a lo largo de la vida y que también nos da síntomas que tendremos que acabar de estudiar los que nos dedicamos a trabajar con patología o disfunciones crónicas.
El caso es que los leucocitos, se forman en la médula ósea, a partir de células madre pluripotenciales, que al dividirse dan otra célula madre y una segunda célula diferenciada, que en su desarrollo acabará siendo una célula específica.
Si os parece os presento a estas células cuando hablemos de la función inmunitaria.
Una vez se han formado, se van almacenando en la médula ósea, y se van a ir incorporando a la circulación sanguínea en función de las necesidades y las demandas del individuo. …
El interior del hueso recibe sangre arterial, todos los huesos están perforados por vasos sanguíneos, arterias que se van ramificando en el interior del hueso, dando arteriolas cada vez más pequeñas hasta llegar al tamaño mínimo e iniciar el retorno venoso.
En el interior de la médula ósea hay cavernas venosas, canales en los que se recoge la sangre venosa hasta que es canalizada a las venas que saldrán del hueso para volver a la circulación venosa general. Esta sangre irá cargada con estas nuevas células y con los desechos de su fabricación.
Del sistema circulatorio os tengo que hablar algún día, pero es curioso que por cada lugar que pasa la sangre entra con una composición y sale con otra. Por ejemplo, al pulmón la sangre entra cargada de CO2 con un pH más ácido, más oscura y sale del pulmón oxigenada con el pH más alto y brillante. Del intestino sale con todos los nutrientes absorbidos, cuando pasa por el riñón se filtra dejando desechos, en los músculos suelta el oxígeno y nutrientes para recoger el CO2 y parte de los desechos. Pues bien, la capacidad inmunitaria se renueva al pasar por gran parte de los huesos. La Médula ósea amarilla que es donde encontramos la creación de los leucocitos se da más en los huesos largos.
A partir del hueso estas células van a ir a diferentes sitios, un tema interesante es que los mensajes que mandan las células ya presentes, estimulan que haya más fabricación o que se vehiculicen células inmunes a unas partes del cuerpo o a otras. Estos mensajes se establecen mediante citoquinas. La citoquinas son hormonas que llevan los mensajes específicos para cubrir las diferentes necesidades del cuerpo y que dan paso a diversas reacciones. Hay citoquinas que aumentan la actividad inmune, hay citoquinas que disminuyen la actividad inmune. Hay citoquinas que activan un tipo de actividad inmune y otras que las inhiben. Ya hablaremos de ello…..
Si seguimos hablando de la estructura del sistema inmune comentar también el Timo y el bazo. Aquí es donde maduran los linfocitos, que son las células que promueven la respuesta inmune adaptativa de la que os hablaré en el próximo capítulo. Tanto el bazo como el timo se encuentra en el interior de la parrilla costal, ya en el abdomen, pero protegido por las costillas. Se encuentra en el lado izquierdo y muy posterior. El Timo, muy grande en los niños y muy residual en los adultos lo tenemos ubicado en la región esternal, pegadito al esternón y abarcando sobre todo la parte más alta.
Otra zona a nombrar con una alta actividad inmunitaria es el hígado, es una zona estratégica, ya lo acabaremos de hablar, pero digamos que toda la sangre que recoge todos los antígenos del intestino va a parar al hígado, un órgano con una doble llegada de sangre. Por un lado sangre arterial limpia y renovada para su función y vascularización y, por otro lado sangre sobre la que ha de trabajar, donde llegan los antígenos, las sustancias que el intestino ha dejado pasar, desde ciertos prótidos que pueden ser perjudiciales hasta bacterias y virus que han podido atravesar la barrera intestinal y encuentra en el hígado un filtro con actividad inmunitaria.
Al hablar de la estructura del sistema inmunitario una entidad en si misma y muchas horas las podríamos dedicar al sistema linfático, un entramado de estructuras que se encarga de trasportar el líquido sobrante en la matriz extracelular de todos los tejidos del cuerpo y todas aquellas sustancias que la sangre no puede recoger. Sustancias y líquidos que van a pasar por ganglios linfáticos colocados en zonas estratégicas, donde hay mucha actividad inmunitaria.
Por ponerte un ejemplo, si alguna vez te haces una herida en la cara lateral del muslo, el típico rasgado que se hacen los futbolistas, más cuando jugábamos en tierra, al tirarse al suelo. Pues ante una herida de este tipo en la que hay bastante superficie de contacto del interior de la piel con el medio, verás que los ganglios linfáticos de la ingle podrán estar más abultaditos, e incluso sensibles. Los médicos y también los osteópatas palpamos los ganglios linfáticos cuando sospechamos de exceso de actividad inmunitaria en una región.
Pues todo lo que filtran y neutralizan los ganglios linfáticos sigue por los canales linfáticos hasta llegar al torax donde se vuelcan en la confluencia entre la vena subclavia izquierda y la vena yugular izquierda, es decir en el momento en el que la sangre del brazo izquierdo y de la cabeza van a ir a parar a la aurícula derecha para ser llevada al pulmón y poder limpiarse y oxigenarse y volver a la circulación sistémica para irse filtrando y nutriendo.
Otro tema importante es que el sistema linfático solo viaja e las células al corazón, no es un sistema nutricio sino de recolección y limpieza de residuos celulares.
Por último, como estructuras del sistema inmunitario tenemos las mucosas, a modo introductorio, las mucosas son los muros del castillo, son las puertas con el medio, vivimos en un medio, pero somos individuos diferentes a él. Cuando nos fusionamos con el medio es porque estamos muertos, mientras hay vida nos diferenciamos del medio y para ello han de haber unos límites entre el medio, lo que es externo a nosotros y nosotros, nuestro medio interno. Esta barrera son las mucosas, las tenemos en todos los lugares donde delimitamos con el exterior del cuerpo. En la boca, en todo el tubo digestivo, en los pulmones, en la piel, el oído, el Ojo y en las mujeres la vagina.
Por lo tanto, estas son las estructuras más importantes a tener en cuenta
- La médula ósea
- Los aglomerados linfoides
- Todo el sistema linfático
- El timo
- El bazo
- El hígado
- Las mucosas y la microbiota.
Esta sería la estructura del sistema inmune, mínima en comparación con la complejidad de su función.
Me ha parecido un post súper interesante. Ni me había planteado la importancia de la médula ósea, más allá de la parte existente en el interior de las vértebras.
Gracias por compartir tus conocimientos.
¡Un saludo!
Te puedo decir que yo hasta no hace tanto no me lo planteaba, pero al profundizar en el sistema inmune llegas a entender la importancia de una función que está tan resguardada.
Es que es algo bruto, que la renovación inmunitaria se dé en el interior de los huesos…La verdad que el cuerpo es una maravilla y cuanto más lo estudias más interesante se vuelve.
Muchas gracias por tu comentario Jordi