La Vida III: Los virus
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Hoy nos vemos en un post muy interesante, para mí de los temas que más me han apasionado en los últimos años (Junto con los hongos), y no es por el coronavirus, omnipresente en las cabezas de todos nosotros.
Voy a intentar expresar todo lo que he podido recopilar a este nivel.
¿Qué es un virus? Lo entendemos como un agente patógeno, que genera enfermedades, desde catarros a enfermedades mortales, como puede ser el Ébola. Pues un virus no deja de ser una información genética envuelta en una cápsula proteica.
No es una forma de vida, no dispone de intencionalidad, ni de capacidad de supervivencia.
Podemos entender al virus como un mensaje en una botella. Hay millones de millones de millones de virus diferentes, con diferentes cápsulas, con diferente información, para mantenerse en superficies diferentes y podemos decir que están presentes en todos los puntos del planeta donde hay vida. Vamos, que donde se sospecha que puede haber alguna forma de vida, lo que es seguro que va a haber, son virus.
Hay autores, a lo largo de la historia de la ciencia, autores no tan reconocidos como Pasteur, Mendel o Darwin, que han hablado de estructuras fundamentales de la vida, los han llamado somátides o biones.
En un libro que os recomiendo, que se titula Magna ciencia II, el verdadero Origen de la vida, Artur Sala nos habla de Wilhem Reich y de muchos de sus estudios en los que descomponiendo materia orgánica, destruyendo la vida completamente a altas temperaturas y con antisépticos lo que quedaba en las muestras era un caldo de estos diminutos biones que lo que volvían a hacer es acumularse, y progresivamente, volver a formar nuevas estructuras.
No soy un experto en el tema, solo voy leyendo, escuchando, razonando y contrastando con mi realidad, pero permitirme que os razone el porqué os digo que un virus no es una forma de vida
Lo que hace un virus, que es un ente diminuto, es pasar la membrana de la célula, entrar en el citoplasma, o llegar al núcleo celular, liberar su material genético, para que la célula lo reproduzca y amplifique el mensaje. Para los que recordéis la prensa escrita lo que hace la célula con el contacto viral es reproducir esta información, cómo si fuese una imprenta, lleva la información, lo enchufa al núcleo celular y repite el mensaje lo que sea necesario, en algunos casos, hasta que esa célula deja de funcionar y el mensaje se transmite por todo el organismo.ˆ
Cuando se estudia el cómo entran los virus en las células, el proceso se denomina endocitosis y hay de muchos tipos. Pues bien, la actividad de estos se ha visto que de cara 1000 a 10.000 interacciones con virus, solo una es patológica o infecciosa. Al resto se las llama defectuosas. Y lo que me resulta curioso es que haya esa proporción y toda esa interacción y entrada de material genético del medio y nosotros consideremos que eso no genera ningún tipo de trabajo, lo seguiré razonando.
Otra idea que os quiero transmitir es que en nuestro ADN hay ADN viral, hasta un 10% de nuestro ADN es información viral, se especula de antiguas infecciones que hemos integrado en nuestro mapa de relación con el entorno. Os dejo un link a una página muy interesante para que miréis o profundicéis en lo que es el ADN, por si os interesa. Es un tema muy complejo, del cual os puedo hablar si os interesa y voy a dar algunas pinceladas.
El ADN funciona como un manual de instrucciones al que la célula recurre constantemente para reaccionar ante el medio y para llevar a cabo la mayoría de las funciones para las que son necesarias.
Solo una parte ínfima de todas las secuencias de nucleótidos son los que se han estudiado porque son los que codifican proteínas, hay más de un 95% del ADN, de estos mapas, a los cuales no se les ha encontrado función específica clara, pero está ahí y la vida no deja algo que no se usa.
Solo los seres humanos guardamos estanterías con libros que no vamos a leer, si en el cuerpo humano hay una cosa, es porque tiene un uso y ha de estar ahí, esto es una ley natural, lo que no sirve, desaparece, sobre todo cuando hablamos de especies y de evolución.
Pues los virus tienen un papel en nuestro ADN, es una herencia de información que adquirimos de nuestra especie en el momento en que somos concebidos. Los virus aportan, interactúan con el ADN y posiblemente generen adaptaciones en las células, en el cuerpo durante toda la vida, para que el individuo pueda sobrevivir al medio y perpetuarse.
Otro tema, no hay tratamientos para los virus. No se pueden matar los virus!!! porque no son formas de vida, pensarlo bien, la gripe, que nos lleva asolando desde que hay registros, no dispone de tratamientos. Únicamente podemos, estar sanotes antes de la “infección”, cama, paciencia y tu sistema inmune saldrá vencedor.
Hay personas mayores, inmunodeprimidas que pasan la gripe con muchas dificultades y todos los años, en España, mueren por gripe entre [12.000 y 52.000 personas](https://espanol.cdc.gov/flu/about/burden/index.html#:~:text=Los CDC calculan que la,el 2010 y el 2020.). Esto va a depender del estado del huésped.
Si hablamos de los anti-retrovirales, los que se utilizan para tratar el VIH, su mecanismo de acción es inhibir las enzimas que se encargan de facilitar y permitir la entrada del virus en la célula y la reproducción de su mensaje.
De esta forma, el virus no lleva a cabo la función, el mensaje patológico al cuerpo no llega y la carga viral queda baja hasta que se mantiene casi inexistente, pero estos tratamientos son crónicos. En el caso de la Hepatitis C se busca lo mismo, inhibir las enzimas que frenan o inhiben la replicación en alguna fase de la reproducción del virus. Es algo realmente muy complejo y los miles de estudios y el esfuerzo del ser humano es admirable por llegar a conseguir frenar estas enfermedades que han sido auténticas fuentes de miedo, muerte y sufrimiento para afectados y familias.
Otro tema que os quiero comentar de los virus es que están repartidos por todos los medios de este planeta, son omnipresentes y tienen un tamaño de entre 30 a 200nm. Para que os hagáis una idea, un glóbulo rojo, que es una célula de las más pequeñas de nuestro cuerpo mide entre 7.500 y 10.000 nm. Entre unas 50 y unas 300 veces más grande. Un óvulo que es la célula más grande que genera el cuerpo tiene un tamaño de 150.000 nm para que os hagáis una idea.
El virus es estructura mínima de la vida, sin estar vivo.
Este párrafo es totalmente especulativo, casi un cuento, pero si imaginamos el origen de la vida en la tierra, si imaginamos la vida cono una capacidad inherente al universo, es decir como si desde los átomos, y su organización existiese una forma de organizarse y formar algo que subsista o resista a la entropía del universo, si esa energía pudiese organizarse, extraer materiales e información del medio para irse volviendo más compleja… el paso intermedio entre la primera bacteria y la nada sería el bion, o el virus.
Lo que nos pasa es que vemos enfermedad en una estructura omnipresente, con muchísimas funciones en la vida, que se halla en la misma base, que es el bit de información biológica, la propia historia de la vida en el planeta codificada y encapsulada en pequeñas cápsides y a la disposición de nuestras células. Si os parece, nos salimos del cuento y volvemos a la realidad, bueno a medio camino de la realidad.
Veréis que hasta aquí, salvo en el modo cuento,… he puesto varias referencias. A partir de aquí me voy más a un punto de vista personal y más filosófico, y es que quiero entender a los virus como parte de la naturaleza, posiblemente los primeros en llegar, el primer motor de la vida, previo a ésta.
Información del medio a partir de la cual se crearon las primeras bacterias o arqueas, los procariotas, de hecho los estudios de Reich mostraban como de bacterias se pasaban a estos biones que no dejan de ser estructuras similares a los virus, para después reestructurarse en nuevas bacterias, una forma de pleomorfismo, que no es ninguna locura que sea así el proceso de cambio en las colonias bacterianas en un medio constante como es el intestino humano (pero esto a día de hoy lo he visto en pocas fuentes y ninguna de ellas está en PUBMED.
Ya os digo que aquí especulo, pero especulo con un objetivo y es que, ante la incertidumbre, prefiero entender el entorno como un medio natural al que me tengo que adaptar y en el que tengo que trabajar para estar sano, para estar fuerte, para que mi sistema inmune esté en la mayor calma y cuando el medio me solicite, cuando se genere un cambio, me encuentre en el mejor estado posible para sobreponerme.
Entiendo estas informaciones virales, estos procesos sintomáticos como una forma de adaptarme a un medio cambiante, ya os hablé de las infecciones virales, para mí mal denominadas así, en los niños.
Si lo enfocamos de otra manera, estas infecciones/enfermedades, las podemos entender como una actualización de software, en una metáfora informática, como un proceso natural al que tenemos que adaptarnos, no es algo que esté en nuestra zona de control, es algo que está en nuestra zona de adaptación.
No conozco a ningún ser humano que no haya tenido muchos procesos febriles a lo largo de su infancia…. y lo seguimos viendo como una enfermedad, como algo malo, medicamos por sistema… esos medicamentos tienen 60 años de historia, los virus tienen, al menos 3.4Mil Millones de años, no le veo sentido.
Pensar que la mortalidad infantil no solo ha mejorado con las vacunas, ha mejorado con la correcta nutrición, con medidas higiénicas (que no es tenerlo todo hiperlimpio), el saneamiento de las ciudades y en el ámbito sanitario, como la higiene en cirugía, los cuidados de enfermería y además, con el avance hacia la sociedad del bienestar. Donde no hay medidas higiénicas, donde hay malnutrición, donde hay pobreza, aunque hayan vacunas, sigue habiendo mortalidad infantil.
El otro día, no recuerdo en que medio, sería un capítulo de podcast o un blog, venía a decir, que a lo largo de la historia de la humanidad, las influencias del propio ser humano son uno de los factores de riesgo de muerte prematura, para el propio ser humano, las invasiones de otros clanes, más adelante las guerras, las escaseces. Somos el mayor peligro para nosotros mismos.
Y esta es otra reflexión que me hago, sin posicionarme en ningún lugar, porque no aporta nada, ante enfermedades como el VIH o el propio COVID siempre hay la sombra en sus orígenes de la intervención del ser humano en el laboratorio interfiriendo e intentando alterar cosas, que a lo mejor no deberían alterarse. Una sombra y nunca demostrada, pero ¿Podríamos llegar a aceptar lo que somos y, tal vez dejar de jugar a lo que no somos? Este sería un gran tema para un debate, jejej.
En la naturaleza, se establece un equilibrio en el desarrollo de los grupos y las diferentes especies. La propia cantidad de alimento, es decir la cadena trófica hace que unas especies se hagan más numerosas que otras. Si nos fijamos en cualquier bioma, predomina el reino vegetal (predominarían los reinos microscópicos, pero hablo a nivel macro) que es la fuente de alimento de los herbívoros, y en mucho menos número los carnívoros, y esto se mantiene en un equilibrio perfecto como nos explicaba Mufasa en el Rey León. Pero hay otros mecanismos de control natural, cuando una especie se desarrolla, la propia información del medio, los virus, aquellos que son patógenos, tienen la función de menguar a estas especies.
Una especie que ha roto con el equilibrio natural somos los seres humanos, crecemos y rompemos el ecosistema en el que vivimos, por lo tanto, sin creer en una fuerza mayor, ni en un dios que nos castigue, sí que podemos llegar a esperar que surjan eventos, a nivel biológico que nos puedan ir menguando. Solo es un pensamiento y no quiero generar discordia.
Realmente al tratar estos temas me salgo un poco del rol de clínico que quiere aportar información de interés a sus pacientes y compartir con el mundo conocimiento… para entrar en un rol de alguien que plantea otras opciones de entender las cosas.
Y el mensaje principal es que, el ser humano en la tierra es un bicho más, pero un bicho que crece de forma descontrolada, y sin un propósito claro.
Los objetivos con esta serie son muchos y enlazaremos con la filosofía práctica, con conocimientos clásicos para entender la vida y el propósito de ésta, si es que tiene alguno.
Pensemos un poco. Somos, como especie, auténticos depredadores, arrasamos con el reino vegetal, con el reino animal, y estamos en guerra con bacterias, virus y hongos. Expoliamos el suelo para fabricar cosas, que necesitamos y otras muchas que no necesitamos y vivimos sin realmente plantearnos para qué vivimos, si el precio que paga el planeta por nuestros excesos es adecuado.
Y esto es lo que realmente me genera asperezas… cuando miro a mi alrededor, local y globalmente, no somos felices, no sabemos a donde vamos, nos maltratamos entre nosotros, vivimos enajenados del entorno, en un mundo desequilibrado y global, movido por unos pocos y en un sistema que consume todo lo que toca, en el que nunca es suficiente.
Nunca tienes suficiente, nunca disfrutas suficiente. Por no hablar del otro 90% del mundo en el que la supervivencia no está ni asegurada.
Desde luego, entender la naturaleza de otra forma no es la solución al problema global, pero creo que es un paso necesario. Vivir de forma natural, reconociendo la efemeridad de la vida, poder llegar a conseguir no darnos tanta importancia y no necesitar tantas cosas, sobre todo los que más tenemos.
Os lo imagináis, un mundo cooperativo, en el que tengamos claro que vamos a morir, que tenemos que actuar con responsabilidad hacia la especie y el entorno, sin pensar que somos el centro del universo. Imaginarlo, hacer planes pensando en los que vienen, no solo en vivir bien nosotros. Renunciar a cosas por los demás.
Un tema interesante, pero lo dejamos aquí. Esto iba de virus y ha resultado que los patógenos somos nosotros, jejeje. Espero que te ayude esta información a abrir un poco tus creencias a otras opciones, la verdad que he referenciado bastante este capítulo para que puedas ir contrastando información, ante cualquier duda o tema a plantear no dudes en comentarme y charlamos, la verdad no está en estas palabras, solo es un esfuerzo por entenderla.
Me despido aquí sin más.
Un placer y hasta siempre.