El Sistema Inmune (VI) La Inflamación
Venimos hablando, en esta serie del sistema inmune, de la importancia que tiene esta unidad funcional y estructural del cuerpo, de cara a entender nuestro organismo como una entidad con la capacidad de sobrevivir por sí mismo y de resistir al medio con el que se relaciona.
Esta es la función básica del sistema inmune.
Hasta el momento hemos introducido el tema en un primer post. En el segundo post os hablé de la estructura y de la función del sistema inmune y dentro de la función, los tres escalones para llegar a hablar un poco más de la comunicación intercelular y de ese equilibrio inmune que se da gracias a la función adaptativa.
Hoy vamos a intentar entender cómo se expresa el sistema inmunitario y la forma principal es la inflamación.
Es la expresión de una función corporal, que tiene una particularidad… duele, en algunos casos incapacita o nos hace parar, pero es, en la mayoría de los casos, necesaria.
Lo que deberíamos llegar a entender es que para volver a un estado similar al que teníamos previamente al evento que la ha provocado, hemos de pasar por ahí, es como la muerte, un paso que tenemos que dar.
LA IMPORTANCIA DEL DÓNDE SE DA LA INFLAMACIÓN
Permitidme que os explique, lo menos técnico posible, cómo se genera la inflamación.
Pensemos en la globalidad del ser humano, en cómo nos defendemos ante el medio. Os acordáis, primero están las mucosas, aquí se van a dar las reacciones inflamatorias más típicas, aquellas que vivimos todos y cada uno de nosotros sin excepción.
Desde heridas o reacciones en la piel, a congestión nasal, dolor de garganta, mucosidad aumentada, las -itis de la nariz, laringe, faringe, bronquios, bronquiolos. Vómitos, dolor abdominal, diarreas, hinchazón, nebulosa mental, fatiga, mareos…
Estas reacciones que explicaré, la inflamación, se da en estas mucosas de forma benigna y como reacción a cambios de temperatura, a daños leves por frío, por calor, por reacción a agentes biológicos, como virus o bacterias, por entrada en contacto de sustancias tóxicas para el organismo.
En las mucosas es donde, sin causa aparente, por un bajón o por un evento normal, nos podemos encontrar la aparición síntomas y es lo que comúnmente llamamos un resfriado, una indigestión, una quemadura por radiación solar o la típica rinitis.
Mas allá de las mucosas nos podemos encontrar esta reacción, la inflamación en cualquier parte del cuerpo, una reacción para sobreponerse a algún daño, traumatismos, laceraciones, infecciones o, incluso, por desajustes del propio sistema como son las enfermedades auto inflamatorias y las enfermedades autoinmunes.
Os explico esto porque cuando intentamos entender los mecanismos de la inflamación, que es a lo que quiero llegar hoy, nos encontramos con que nos perdemos en los detalles, pero no acabamos de entender qué es lo que pasa.
Os voy a acabar explicando cómo reaccionan las células al daño, desde lo más profundo de ellas, y son reacciones curiosas, muy interesantes y muy bien estudiadas.
Cuando las estudiamos el problema es que son complejas, acabamos llegando a conclusiones. Un problema a este nivel es que, muchas veces, perdemos la perspectiva de dónde pasa y cómo se vive esto en nuestra realidad como seres humanos y en la clínica con los pacientes.
A mí durante mucho tiempo me pasó, entendía las reacciones, pero no lo cuadraba con la realidad.
Piénsalo, un dolor de tripa, o de garganta agudo, sigue un similar mecanismo fisiológico que un dolor articular o un esguince de tobillo. Y la conclusión a la que llegaremos es muy interesante, el proceder es apartar al cuerpo del factor irritante y favorecer los procesos de curación… todo lo contrario de lo que se hace habitualmente, que es seguir a tope y tomando medicación para paliar los síntomas.
Esto será el siguiente capítulo de esta serie.
De hecho, me he encontrado en la situación siguiente… tenía escrito todo el tema de cómo proceder ante un cuadro inflamatorio agudo y ante la inflamación más crónica y no había explicado lo que te estoy relatando hoy.
CÓMO SE GENERA LA INFLAMACIÓN
Cuando hay una lesión en un tejido o un estímulo que solicita la actividad inmunitaria, por ejemplo, cuando aparecen citoquinas, como os comenté en el capítulo 25, lo que va a pasar es que hay sustancias en el interior de las células que se van a ver estimuladas.
Este complejo proteico llamado factor nuclear Kappa B, lo que hace al recibir el estímulo necesario, es trasladarse al núcleo de la célula. Recordad, en cualquier parte del cuerpo.

Una vez allí, estimulará a un receptor presente en la membrana del núcleo celular para que una parte del ADN sea transcrita y la célula se ponga a trabajar para producir ciertas proteínas.
En este caso unas enzimas que van a hacer algo muy curioso.
Antes de ver que es lo que van a hacer, dejadme que os las presente, estas enzimas se denominan Ciclooxigenasas y lipooxigenasas.
LA MEMBRANA CELULAR
Aparcamos estas enzimas y vamos a desplazarnos del núcleo de la célula y del citoplasma que es el contenido que hay dentro de la célula, y nos vamos a ir a la membrana que recubre la célula.
En la membrana celular encontramos fosfolípidos, que poseen diferentes tipos de ácidos grasos entre ellos el ácido araquidónico, un tipo de grasa omega 6.
Lo que va a pasar es que las ciclooxigenasas y las lipooxigenasas, aquellas enzimas que se habían creado desde la trascripción del ADN celular, os acordáis… van a degradar estos ácidos grasos omega 6 que hay en la membrana y de toda una serie de reacciones, lo que va a resultar es un conjunto de moléculas, también grasas, denominadas eicosanoides.
Estos eicosanoides, serán expulsados al medio extracelular donde irán a buscar las membranas de las células vecinas, allá donde un receptor conecte con ellas.
A partir de aquí van a dar lugar a muchas reacciones diferentes, según el tipo de células a las que se enganchen.
Para que me entendáis. Estamos en cualquier parte del cuerpo que ha de reaccionar inflamándose ante un estímulo que lo ha demandado.
Pues en función del tejido que sea, del tipo de célula al que llegue el eicosanoide en cuestión, se van a dar múltiples respuestas.
Desde aumento del diámetro de los vasos sanguíneos para que llegue más sangre, ¿o suena el edema que se asocia a la inflamación, junto con el calor y el enrojecimiento? Pues el origen está en la actividad de los eicosanoides.
Desde la contracción uterina, si se conecta a células uterinas, al aumento de la permeabilidad en los tejidos, la estimulación de las terminaciones nerviosas para el dolor.
Y algo muy importante, además generan un efecto llamada a células del sistema inmune a los tejidos. Todas estas acciones se llevan a cabo y son mediadas y potenciadas por estos eicosanoides.
¿QUÉ PASA DESPUÉS?
Entendéis que tras el proceso que os he explicado, un estímulo, la activación del núcleo, el ADN, la síntesis de enzimas, la degradación de grasas de la membrana celular y la secreción de la célula al tejido de Eicosanoides, lo que va a pasar es una cascada de reacciones que dan lugar a la llegada de más sangre, de células inmunitarias, fabricación de otras enzimas que degradarán tejido… muchas reacciones que van a convertir la zona que se ha inflamado en un problema para el huésped.
Pero lo que tenemos que entender es que este problema es necesario.

Yo en su día trabajé haciendo reformas. Era peón de albañil y de cualquier profesional que se hallase por la zona. Pues bien, cuando llegabas a una casa, y tenías que reformar el baño, la cocina o una fachada… lo primero que te daban era una maceta, una escarpa, una pala, muchos sacos y una saca que tenías que poner en la calle cuando hubieses bajado 30 o 40 sacos de runa.
Lo primero que hacías era destruir todo lo que había, dejarlo todo en el chasis. A partir de ahí, traían nuevo material y te dedicabas a reconstruir ya bien bonito, a poner tuberías, cerámica, la borada, los muebles y poco a poco aquello va cogiendo forma.
Pues bien, en nuestra metáfora, este destruir inicial, este psicópata suelto que tiene un martillo y una pala es la inflamación inicial, la que se da en estas primeras 72 horas del proceso inflamatorio.
Lo que va a pasar después. Es que el propio pico inflamatorio, si el terreno es el adecuado (que gran concepto el del terreno), es que el propio cuerpo frenará la producción de prostaglandinas para generar otras moléculas, otros mediadores que se denominan maresinas, resolvinas y protectinas.
Aquí el pico inflamatorio va a ir bajando y el tejido al ritmo que necesite va a ir reconstruyéndose.
Ideas importantes para siguientes capítulos y para nuestra vida en general… La primera es que el proceso inflamatorio ha de tender a autolimitarse por si solo, sin la necesidad de antiinflamatorios. Ya entraremos en profundidad en esto.
La segunda gran idea, aun más importante, es que el cuerpo necesita disponer de cofactores, de sustrato, es decir de ciertos nutrientes para poder lleva a cabo esta autolimitación de la inflamación.
Entre ellos es necesario una correcta proporción de ácidos grasos omega 3. De ahí que se suplemente de forma sistemática con omega 3. Este es uno de los motivos.
Otras sustancias muy importantes para regular la inflamación, para que se generen estos derivados del omega 3 son la vitamina D, la vitamina A y algún cofactor como el Zinc.

Por lo tanto, es importante que tanto si estamos en un proceso inflamatorio, como si no lo estamos, incluyamos en nuestra dieta alimentos como el pescado azul de pequeño tamaño, los huevos ecológicos, el marisco, la casquería (Aquí sí que es importante que sea ecológica o de la mayor calidad posible) y que nos de el sol.
Creo que con esto que acabo de comentaros ya tenemos un poco de base, para desarrollar los dos siguientes capítulos de esta serie sobre el sistema inmune. Va a ser larga, pero llegaremos a un puerto muy interesante, ya veréis.
Ale, no me lío más aquí os dejo con el spam de todos los capítulos.
Gracias, un placer y hasta siempre.