43 Filosofía 2: El Estoicismo Un viaje desde sus raíces en Atenas hasta su relevancia actual Autocontrol, virtud y conexión con otras filosofías en la búsqueda de la felicidad y la estabilidad mental
Resumen
En el capítulo de hoy vamos a introducir el tema del Estoicismo que da pie a la entrevista/charla con Miguel Campos.
Os destacaré la actual popularidad del estoicismo y su capacidad para proporcionar paz y guía en la vida diaria.
Seguiremos con una contextualización histórica del estoicismo, desde su origen en Atenas en el siglo III a.C. con Zenón de Citio hasta su declive frente a corrientes como el neoplatonismo y el cristianismo en el Siglo V.
Exploraremos la filosofía estoica, basada en vivir de acuerdo con la razón y la importancia de la autodisciplina y el autocontrol.
Mencionaré la conexión del estoicismo con otras filosofías orientales y os hablaré de la ética estoica centrada en las cuatro virtudes: sabiduría, coraje, justicia y templanza.
Finalmente, acabaremos viendo el estoicismo como un enfoque para comprender el funcionamiento interno del cuerpo y adoptar actitudes que brinden control y libertad a largo plazo.
Guión
El siguiente capítulo va a ser una entrevista / Charla con Miguel Campos, un fisioterapeuta – Osteópata y futuro PNI con el que ya hablamos en el capítulo 12 del podcast.
De lo que os hablaremos es de Estoicismo, pero antes de publicar su entrevista he creído necesario hacer una buena introducción.
A día de hoy, el estoicismo está de moda, la ética estoica está entrando y convenciendo a muchas personas que carecemos de fe, nos lleva a cierta paz y a asumir conductas que nos van a ayudar a hacer más llevadera la realidad diaria.
Cuando Miki me propuso hablar de Estoicismo me pareció una idea muy interesante, pero creo que más allá de la introducción al estoicismo que os vamos a dar y que podáis ir a las fuentes que os recomendaremos, es mucho más importante que entendamos de donde viene el Estoicismo, en qué se convirtió y que entendamos la función que viene a cumplir la filosofía.
Os hablé de ello en el capítulo anterior, pero en aquella época e incluso a día de hoy, en una sociedad que hace de la ciencia una religión, el conocimiento y la razón de la filosofía viene a cubrir el vacío de conocimiento al que no llega la propia ciencia, a cubrir esa humanidad que no se ve en pruebas de imagen ni en test específicos.
Si os parece vamos allá con una contextualización histórica de esta corriente filosófica.
El estoicismo se originó en Atenas a principios del siglo III a.C. y se extendió por todo el mundo antiguo.
Fue fundada por Zenón de Citio, quien enseñó en un pórtico pintado (Stoa Poikile) en Atenas, y de la Estoa, el estoicismo.
Un dato muy interesante es que Zenón de Citio fue discípulo de Crates de Tebas un filósofo Cínico, os invito a escuchar el capítulo 36 y 37 del podcast de Anaideia donde nos hace una contextualización muy interesante de la figura de Zenón y cómo se distancia de los filósofos cínicos perdiendo gran parte de su identidad para crear otra filosofía más acorde con el resto de la sociedad, que acabo calando y perduró desde el siglo III a. C. hasta el siglo II d. C.
Después de Zenón llego Cleantes de Aso como segundo líder de la escuela estoica.
Más adelante Crisipo de Solos amplió y sistematizó la lógica, la física y la ética estoicas, lo que ayudó a difundir y consolidar el Estoicismo en el mundo Helenístico.
Ya en el siglo I d.C. en el periodo estoico del imperio Romano vivió el Estoico que tal vez sea el más conocido, Lucio Anneo Séneca, el ilustre Cordobés, y en el Siglo II los autores más conocidos fueron Epicteto, el esclavo convertido a filósofo y el gran emperador de Roma Marco Aurelio.
El estoicismo se basa en la idea de que todo lo que sucede en el universo está determinado por la razón y que los seres humanos deben vivir de acuerdo con la razón para alcanzar la felicidad.
Los estoicos creían que la razón es la única fuente de conocimiento verdadero y que la virtud es el único bien real.
Creían en la importancia del autocontrol y la autodisciplina. Según su doctrina, los seres humanos no pueden controlar lo que ocurre en el universo a nuestro alrededor, pero sí podemos controlar nuestra reacción ante ello.
Antes de seguir profundizando en la ética estoica, de la que os hablaremos extendidamente Miki y yo, quiero aportar algunas ideas de la física estoica.
Los Estoicos creían que el cosmos forma parte de un todo interconectado, que es activo, vivificante, racional y creativo, por lo tanto identifican al universo con un Dios considerándolo un ser (no humano) racional y creativo que impregna todas las cosas, lo que denominaron el Logos.
Para ellos, además, todo en el universo es material, incluso cualidades como el saber o el valor, algo que, hoy en día, la neurociencia y la neurofisiología pueden y de hecho secundan. El hecho de que se traten las emociones, depresiones y ansiedad con medicamentos es una lazada a esta idea.
Los eventos en el universo, en la tierra y en el interior del ser humano se atribuyen como manifestaciones del Logos, esta razón omnipresente impregna el universo y da valor y sentido a la existencia.
Al impulso que vitaliza la materia, lo que los osteópatas llamamos el aliento vital, ellos le denominaron el Pneuma.
El Pneuma combina los elementos Aire y Fuego, relacionándolos con la vitalidad humana y con la respiración. El Pneuma se convierte en un principio activo y generador, lo que mis maestros llaman la fuerza innata o la fuerza vital, aquellos mecanismos de que disponemos para formarnos crecer, resistir y trascender.
Podemos decir que para los estoicos el Pneuma actúa como vehículo del logos en la estructuración de la materia. Esta idea es súper interesante y es algo que ya empecé a dar forma en los primeros capítulos de la serie de la vida.
A día de hoy, podemos entender el nacimiento o la aparición o el origen, no sé como llamarlo, de la vida en la tierra como un proceso gradual, de lo que se considera la no vida, pero que yo diría una forma mucho más lenta de vida, algún día os lo razonaré.
Los estoicos a los objetos inanimados, como rocas, la tierra o el metal los consideran portadores de un Pneuma de estado, o Tonos, es decir que el mismo principio que sostiene a los elemento evoluciona al Pneuma como Alma que permite la materialización del logos en cada ser que se ha ido formando y pereciendo en el planeta.
Todo este razonamiento ya lo había leído en otras filosofías que preceden al estoicismo, si os parece vamos a explorar un poco de donde viene este nexo de unión.
Hay un periodo que el filósofo alemán Karl Jaspers denominó la Era Axial, entre el 800 a. C. y el 200 a. C. caracterizada por la aparición de grande pensadores y filósofos en china, en la India, Persia, Judea y en Grecia.
Personajes como Siddhartha Gautama, Lao Tse, Confucio datan del siglo VI a. C. con sus filosofías que empaparon a los habitantes de la India y china.
A partir del año 330 a.C., cuando Alejandro Magno conquistó el imperio persa, la presencia de la cultura Helenística absorbe parte del conocimiento de Oriente. De hecho, es un dato histórico que integrantes del Liceo aristotélico informaban de los descubrimientos que se hacían a nivel de flora, fauna, costumbres, creencias y cualquier información relacionada con cualquier rama de la filosofía que encontraban en las incursiones y viajes que hizo Alejandro Magno desde macedonia hasta la India.
La primera Escuela estoica de Zenón de Citio se funda en el 301 a. C. y la relación de su ética con estas filosofías Orientales es patente, no solo por su contenido, sino además por este contexto histórico del que os estoy hablando.
No tengo dudas de que la idea de afrontar el sufrimiento y la dicotomía de control beben del budismo o de alguna corriente de conocimiento antigua que influye se a ambos.
El Estoicismo lo desarrolla con un aspecto más clásico y que confronta menos con el constructo mental occidental.
Pero para acabar con este repaso histórico a partir del siglo I después de cristo, progresivamente el estoicismo fue perdiendo fuerza por la llegada de otras corrientes como el neoplatonismo, que posee más mística y sobre todo por la presencia del cristianismo, una época en la que la religión le gana distancia progresivamente a la filosofía y poco a poco el Estoicismo se perdió y el cristianismo pasó a ser la religión predominante en Occidente, y ya en el Siglo V el inicio de los mil años de la Oscura Edad Media.
Ahora para acabar esta introducción al Estoicismo vamos a entrar levemente en su ética.
En una de mis películas favoritas, Gladiador, el personaje de Cómodo, hijo de Marco Aurelio, increpa a su padre enunciando las 4 principales virtudes estoicas, la sabiduría, coraje, justicia y templanza, constatando que él era más un Epicúreo que un estoico, y si habéis visto la peli, un cobarde y un vividor.
Cada una de las 4 virtudes estoicas estudiadas en profundidad nos acercan al ideal de sabio, que proponen los Estoicos, como vehículo para confeccionar nuestra Eudaimonia, la felicidad Estoica, que define Aristóteles como el mayor bienestar humano.
La consecución de éste sería el objetivo de la filosofía práctica, que da lugar a un proyecto filosófico que busca investigar (y también experimentar) qué es realmente, y cómo puede lograrse.
Otra idea a destacar es el hecho de que nos vemos beneficiados, potenciados por una cierta obligación de tomar acciones que nos lleven hacia la virtud. Tanto el cuerpo como la mente necesitan tener un mantenimiento, unas formas de proceder que optimizan su funcionamiento y las filosofías perennes nos llevan al estudio de este funcionar óptimo de la mente y el cuerpo.
En resumen, el estoicismo es una corriente filosófica que se basa en la idea de vivir de acuerdo con la razón para alcanzar la felicidad. Los estoicos creían en la importancia del autocontrol y la autodisciplina, así como en la idea de que todo lo que ocurre en el universo está determinado por la razón.
Más allá de esta definición del Estoicismo, para mí se ha convertido en una forma de entender cómo funciona el engranaje Cuerpo-Pneuma, un conocimiento interno que permite trabajar en el día a día y adoptar actitudes ante la vida que hacen más difícil el momento presente, pero que permiten salir del camino ascendente y cansado, para que en el medio plazo podamos asumir, una vez adquiridos algunos hábitos, una cierta libertad y sensación de control.
Otra cosa curiosa, para acabar, es que 2000 años después leemos textos Estoicos y sus interpretaciones y sentimos algo que vibra dentro de nosotros y es por ello que cuando Miki me dijo que estaba muy metido con el Estoicismo, que había leído mucho al respecto, me pareció una oportunidad espectacular para hablar de ello en este podcast.
¿Por qué? Muy fácil, en el capítulo 3 os hablé del proyecto salud, pues para mediar con nuestra mente y nuestras emociones, los dos caballos que tiran del carro, es necesario dominar con la razón, con la pausa Estoica y haciendo frente a nuestros demonios y para esto, en la ética filosófica, presente en el estoicismo, en el budismo, en el taoísmo o en otras disciplinas como el Epicureismo podemos encontrar herramientas para poder aprender a estar mejor, más centrados y estables ante las inclemencias de la vida. Aquí dejo el capítulo de hoy y la semana que viene nos vemos en la Entrevista/Charla con Miguel campos.